Una mañana de 1984 llega un agente de policía a las oficinas de la revista Cauce. Va a confesar sus crímenes porque no puede más con su conciencia (despierta con olor a muerto, dice). Su nombre es Andrés Valenzuela, alias Papudo. Estamos en plena dictadura chilena.
Este es el inicio de La dimensión desconocida. Nona Fernández toma la declaración de Valenzuela (que luego aparecería en la ya mentada revista, coronada además por un inquietante titular que esta columna ha hurtado*) y la desarrolla de una manera llamativa (vincula el suceso y todo lo que implica con una famosa y antigua serie televisiva de ciencia ficción: The Twilight Zone).
Las dictaduras se han convertido en un provechoso material narrativo. Hacen ganar premios a los escritores o los vuelven superventas. (Incluso hay quienes convierten estas novelas en temas de tesis universitarias). Pero este tópico se ha visitado tantas veces que ya nada parece novedoso o, por lo menos, interesante.
Desde Nocturno de Chile, de Roberto Bolaño, no leía nada tan conmovedor. Y esto ya es decir bastante o decirlo todo. Sucede que Fernández se introduce en la historia (autoficción, sí, pero de la buena) y rescata de su pasado recuerdos, fechas, datos y nombres que luego —y sobre todo cerca del final— envuelve en un fino pelaje lírico. La intromisión de la vida personal de la autora es solo una excusa para hablarnos de los desaparecidos, los centros clandestinos de detención, la crueldad de las fuerzas armadas. El horror, en suma.
No obstante, el punto de quiebre es la humanidad con la que viste a Valenzuela, «el hombre que torturaba». Un ser capaz de dudar de sus actos y de entregar el testimonio de lo vivido a una revista opositora al régimen de Pinochet, porque los nervios lo destrozan y las víctimas habitan sus pesadillas.
Dependiendo de la fecha en que se lea, y si la calidad de los libros que a uno lo rodean no es la ideal, esta será la mejor novela de cualquier año. Me ha pasado a mí. Es lo más plausible de este 2018.
FERNÁNDEZ, Nona. La dimensión desconocida. Barcelona: Penguin Random House, 2017.
(*) Originalmente este texto se publicó con el título de «Yo torturé» en el suplemento cultural del semanario Perfil.
(*) Originalmente este texto se publicó con el título de «Yo torturé» en el suplemento cultural del semanario Perfil.
A pesar que estas historias me deprimen y me llenan de dolor, cuando estan bien escritas deben ser leídas. La apunto.
ResponderEliminarSaludos.
No te vas a arrepentir. Es una buena lectura.
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