¿Quién es el escribidor más leído en nuestro país? Vamos, les doy una pista: escribe en el diario más leído en todo el Perú y el más vendido a nivel mundial (si es que las cifras no han cambiado desde 2013). ¿Otra pista? Su columna (porque este escribidor tiene la suerte de tener una columna) es la más leída y comentada entre sus muchos lectores. ¿Otra más? Estoy que me aburro, sinceramente. A ver, no tiene libro publicado (¿un escribidor sin libro? Los hay, señora mía, y son los que más abundan). Una extra: cuando habla de literatura (y de literatura nada sabe), ahí saltan los lectores cultitos y otros plumíferos y lo citan y lo celebran.
Me estoy hartando de las pistas. Soltemos los datos importantes: este escribidor con muchos lectores (que no es lo mismo que decir «escribidor muy leído») golpeaba a su mujer, a su hijo y es un alcohólico, según lo que se puede desprender de un reportaje emitido el 5 de abril.
Claro, me estoy refiriendo a Víctor Patiño, quien escribe sus columnas bajo el seudónimo de El Búho.
Su columna se llama PicoTV y es la delicia de amas de casa, taxistas, vendedores ambulantes, estibadores. Ya saben, el público objetivo de El Trome, el diario más exitoso de nuestro país.
¿Cuántos días han pasado desde que se emitió el reportaje? Quince. ¿Qué hacíamos los peruanos ese 5 de abril en que se emitió? Estábamos recordando con mucho pesar el autogolpe de Fujimori en 1992. Digo, debe ser eso, porque si han pasado quince días y la gente escribidora no ha abierto el pico para decir algo al respecto, algo mínimo, una pequeña muestra de indignación, un estado de Facebook condenando el maltrato a la mujer por parte de una de las plumas con más llegada al público masivo, si no han dicho ni un carajo, digo, es porque quizá siguen reflexionando sobre... ¿sobre qué? Sobre algo, supongo. Algo más importante que decir que El Búho ha sido denunciado por maltratar a su mujer.
Días después del reportaje, esperé a que estallara la bomba. Imaginaba una indignación brutal en redes sociales, las disculpas o la renuncia de Patiño o el veto de la columna en mención (columna muy bien colocada, qué duda cabe: contraportada del diario, al costado de una chica de tetas y culo enormes), pero pasó lo que suele pasar cuando sucede algo escandaloso en un diario que pertenece a un grupo de poder que controla a casi todos los medios de comunicación en el Perú. O sea, no pasó ni mierda. Escupo el televisor.