lunes, 30 de mayo de 2011

No es un buen momento


En Mad Men, una frase clásica para decir que las cosas van mal es "It´s not a good time" y es la que ahora titula mi post. Y es que, la verdad, no es un buen momento. Toda esta campaña electoral la empecé con mucha expectativa y entusiasmo. Pero la segunda vuelta, de un solo golpe, me borró la sonrisa.

Descubrí pronto que hay gente que le importa poco o nada los Derechos Humanos. Ver que en tu país el partido que envileció a las intituciones, asesinó impunemente a sus adversarios e intentó peregnizarse en el poder vuelve a tomarlo, es algo que te pone cara a cara con el rostro deformado de la podredumbre moral y la miseria del alma humana. Hoy, tristemente, he descubierto que los peruanos no somos hermanos. Tal vez inquilinos de un horrible departamento del que uno quiere largarse a la primera oportunidad.

Descubrí que no existe el "voto duro". Que lo duro es el prejuicio que se forma en las mentes y que es  cubierto por capas y capas de una impenetrable piedra y que reforza sus cimientos cuando se expone ante los medios de comunicación.

Hoy tuve el sincero deseo de que no gane Ollanta. ¿Por qué? El fujimorismo proclama su existencia por una Carta Magna que data de 1993 y a la que se quería cambiar. El plan de Gana Perú tenía muchas utopías las cuales tuvieron que ser enmendadas para buscar una concertación: Ollanta declinaba su candidatura y sus propuestas para que se sumen otras fuerzas políticas y sociales. ¿Para qué? ¿Qué se ha conseguido con todo esto? La opinión de la gente que apoya a Keiko es de una inmovilidad teatral. Si gana Ollanta, sería un gobierno simplón, que no tomaría ningún riesgo político ni asomaría siquiera a la utopía que planteaba. Si han castrado a ese plan de gobierno "por el bien de todos", ¿qué me interesa que llegue al poder un partido al que han mutilado políticamente y, encima, si todo lo sacrificado por el líder de Gana Perú es en vano? Ahora deseo que gane Keiko y que nos jodamos todos.

Quiero que gane Keiko para ver con no poca satisfacción cómo ésta libera a su padre al primer guiño del Poder Judicial. Que gane Keiko para ver cómo en el Perú se borra de una vez por todas esa memoria endeble que no ha logrado impedir que la mafia vuelva al poder. Que gane Keiko para que celebren los medios de comunicación que se la chuparon al fujimorismo pues la victoria es también de ellos. Que gane Keiko para que el gobierno que nos destruyó moralmente se lave la cara e intente reivindicarse con la Historia.

No. Definitivamente, no es un buen momento.

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