lunes, 28 de febrero de 2011

Ficciones

A veces me avergüenza la manera en que me desasno. Me refiero a ser conciente de no haber leído muchos de aquellos libros capitales o "edificantes". En este caso, admitir que no había leído a Borges me era inconcebible, pero algún día tenía que llegar la ocasión.

Algún día tenía que admitirlo y, acto siguiente, tomar el libro que reposa ya casi seis años en el estante para que -a la inversa de la labor del lector- sus páginas me devoren cada noche.

"Ficciones" llegó así a mi velador. Y, junto con él, un hombre de cabellos canos peinados hacia atrás, sentado en una piedra y apoyado por un bastón. Es una imagen que difícilmente pueda de disasociar de la de Borges, pues éste lleva un terno impecable que brilla al Sol.
 
Borges es la Gran Literatura. 

Uno sospecha que puede tratarse de un Dios que bajó a la Tierra para escribir. Es una teoría con fundamento; sus cuentos son la prueba de ello.

No hay comentarios:

Publicar un comentario