La gran pregunta que me quedó luego de finalizar "El perro sulfúrico" (Producciones Cantabria S.A.C., 2009), ganador del Premio de Novela El Comercio 2009, fue: ¿leen los miembros del jurado la totalidad de obras participantes a un concurso?
Leer esta premiada novela me hizo dudar tremendamente sobre eso y pensar en las viejas querellas y resentimientos que hablan del "amiguismo" en los círculos literarios. Quienes critican a lo que ellos denominan "cúpula literaria", suelen advertir: "jamás participes en uno de éstos concursos: premiarán a un amigo favorito y, encima, plagiarán tu idea".
Luis freire Sarria (Lima, 1945) es un recorrido periodista que actualmente tiene una columna en Caretas (al costado de la calata). De él, más no sé. Apenas he leído su novela ganadora del BCR (libro que inuguró este blog) y si sentía ganas de leer el "Führer de niebla" (Premio de Novela Federico Villarreal 2008) pues con "el perro" se me esfumaron todas las ganas.
Como podrán darse cuenta, LFS ha ganado los más importantes premios de narrativa de nuestro país pero, como sabemos, una distinción en el plano de las letras no es directamente proporcional a la calidad literaria.
EPS es muy engañoso porque es un libro que inicia con un primer párrafo sumamente bueno, prometedor, bello, elogiable, pero conforme uno continúa con la lectura se da cuenta de que el libro empieza a ostentar su falta de unidad, comienza a volverse soso, repetitivo. Uno se pregunta: ¿en qué momento va a empezar la novela? Y esa pregunta prosigue incluso finalizado el texto.
Es cierto que, en los concursos de narrativa, el ojo experimentado de un agudo lector puede detectar la exquisitez de la prosa apenas probando unas cuantas líneas. Mi primera teoría es que los miembros del jurado, personas tan reputadas como Alonso Cueto, Juan Villoro, José Miguel Oviedo y Pablo de Santis, apenas leyeron el inicio del párrafo y lo dieron por ganador.
Mi otra teoría es que se presentaron obras malísimas y ésta fue la menos mala, y el concurso no podía declararse desierto por ser motivo de los 170 años del diario El Comercio, así que se la dieron a un eximio periodista.
Volviendo a la novela, no creo que el calificativo de novela sea el correcto. Está de moda escribir (y leer, por supuesto) libros híbridos, pero éste tampoco entra a ese costal. Digamos que lo de LFS es un conjunto de anécdotas de una o dos páginas de extensión en las que narra sus experiencias en una publicación humorística llamada "El perro sulfúrico".
Muchas de estas pequeñas anécdotas incluso no tienen nada que ver con el libro, y tal vez fueron puestas por simple añadidura para que éste tenga más páginas con qué aburrir al lector. Es más. Incluso hay un texto extraído de "El sol Salía en un Chevrolet amarillo", el libro ganador del BCR que mencionaba. ¿Qué cree LFS? ¿Que los lectores somos cojudos?
En fin. EPS es un pésimo libro a cuyo autor le hizo "merecedor" de la nada despreciable suma de sesenta mil soles. Un libro muy valioso para su autor pero absolutamente prescindible para nosotros, los lectores, y, sobretodo, para nuestra literatura.