lunes, 26 de diciembre de 2011

Los enamoramientos


Cuando me decidí a leer la última novela de Javier Marías, «Los enamoramientos», ya casi se había agotado en todas las librerías de Lima. Estaba verdaderamente angustiado. Regresaba entonces de una infructuosa pesquisa por el centro de la ciudad, cuando le comenté a R la desazón que me provocaba no encontrar el libro (él, por su puesto, tenía el suyo y ya lo había leído apenas llegó a estos lares).

—Creo que ese libro correrá la misma suerte que el primero de «Tu rostro mañana» —me dijo pensativo.
—¿A qué te refieres, R?—le pregunté.
—A que quizás se agote y sea casi imposible de hallar. —Una sensación de malestar se apoderó de mí. No podía concebir que el libro escaseara tan pronto y ante mis propias narices. Sin dejar pasar muchos días, fui a una librería en la que solo quedaba un ejemplar, el cual compré sin pensármelo mucho.

La historia es narrada por María Dolz (me dicen que es la primera vez que Marías utiliza una voz femenina) quien cuenta cómo le afectó la muerte de Miguel Desvern o Deverne, a quien sólo conoció de vista. Esta novela es en sí un tratado reflexivo sobre la muerte, tema central al que se le añade el de la nostalgia y el enamoramiento. El título siempre se me antojó bello y no dista mucho de la manera tan bella en que está escrita la novela.

Las referencias literarias predominan en el texto y le otorgan un gran sentido. Allí tenemos como fuentes principales a Shakespeare («Macbeth»), Balzac («El Coronel Chabert») y Dumas padre («Los tres mosqueteros»). Dicho sea de paso, en este año que termina, Babelia ha elegido a esta novela como la mejor del 2011. No he leído los otros títulos del ranking para hacer la comparación respectiva, pero, sin duda alguna, la novela de Marías, por su tono intimista y prosa cuidada, merece tal lugar en el podio.

MARÍAS, Javier. Los enamoramientos. México, D.F.: Alfaguara, 2011.

2 comentarios:

  1. Estoy oyendo y leyendo muy buenos comentarios de la última obra de Marías y la verdad, no sé si atreverme de nuevo. Le abandoné en 'Corazón tan frío', y tanto, frío, y pausado... Pero siempre es bueno cambiar de opinión o, al menos, intentarlo. Saludos!!!!

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    1. Léela. Pero léela sin prejuicios. Y, sobre todo, déjate envolver por esa prosa tan suya.

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