Este es el preciso instante en el que realizaba una compra en el supermercado. Habían pilas de libros en remate así que elegí "El corrido de Dante" de Eduardo González Viaña, a un módico precio. Mientras hacía la inmensa cola dominical, las amas de casa me rodeban con sus tarros de leche, salchichas, mariscos y demás productos para el consumo. Los libros, como lo acabo de probar fehacientemente con esta reveladora imagen, también son un buen alimento.
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