Nieva, hay que decirlo ya, carga con un peso enorme: es argentino. Ser escritor es un reto. Ser escritor en un país con una monumental tradición cuentística es, por decir lo menos, un obstáculo mayor. Sin embargo, Nieva sabe llevar muy bien el peso de su argentinidad. Una prueba de ello es justamente este libro, publicado cuando el autor tenía 25 años.
Aquí encontramos una revisión muy peculiar de los temas y las personalidades que forman parte de la historia argentina. A saber: un androide gaucho (o gauchoide) que se rebela contra la autoridad, el zombi de Domingo Faustino Sarmiento y un Borges androide (o Borgesoide).
A mí, que suelo leer los cuentos sin orden, se me ha hecho imposible con este conjunto de relatos porque el que da el título al libro se desprende en muchos otros, evidenciándose así la organicidad del texto.
Es en el cuento central donde asistimos a la vida de don Chuma, un androide que manifiesta un padecimiento idéntico al que poseía el Bartleby de Melville: prefiere no hacer las cosas, aunque las hace a regañadientes (aquí Nieva introduce una pequeña y delirante escena con la que ilustra un poco de la historia argentina bajo la dictadura de Videla).
Delirantes son también los recursos que usa Nieva a lo largo de los demás cuentos. En algunos pasajes el narrador detiene la acción y reflexiona en torno a los acontecimientos que nos cuenta. En otros, se permite ser lúdico y se dirige al lector y lo interpela. Demás está decir que este conjunto es abundante en elementos metatextuales, ingeniosas formas de narrar un suceso y también deliciosas piruetas verbales.
Causa admiración que un libro publicado originalmente en 2013 mantenga inalterable su frescura y su carácter disruptivo. Luego de leerlo, uno entiende por qué su autor ha sido seleccionado este año por la revista Granta como uno de los mejores narradores en español.
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