lunes, 16 de febrero de 2015

Mayakovsky by Frank O’Hara


Frank O’Hara (1926-1966) fue fundador —junto con John Ashbery y otras importantes figuras— de la Escuela de Nueva York de poesía, la cual siguió las huellas de los movimientos vanguardistas de la época.

En la poesía de O’Hara encontramos la relación que se establece entre un poeta y su ciudad. Ejemplo de esto es el libro Meditations in an Emergency (1957), de donde hemos extraído el poema titulado «Mayakovsky» (quien, por cierto, era uno de los poetas favoritos de O’Hara). El tema del poema, así como el del libro, se compone a partir de la crisis de identidad de los que habitan una megaciudad (muchos de sus poemas están situados en Nueva York y tienen como telón de fondo sus situaciones cotidianas).

El lenguaje de O’Hara se somete a sus propias líneas vibratorias. En sus versos no interesa el ritmo sino el nervio. Por eso es que puede percibirse en ellos una suerte de espontaneidad, improvisación, carencia de sentido y un fino hermetismo (no en vano se había adscrito al surrealismo). Estos atributos que caracterizan la poesía de O’Hara no son gratuitos. Por el contrario, obedecen a una emulación del Action Painting, cuyo exponente principal fue Jackson Pollock.

La obra de O’Hara es breve. Apenas tenía cuarenta años cuando murió en un accidente automovilístico. Sin embargo, la frescura de sus poemas ha sabido conservarse a través del tiempo, y una suerte revalorización se ha despertado en torno a su figura.

 
Maiakovski

1
¡Mi corazón está perturbado!
estoy de pie en la bañera
llorando. Madre, madre
¿quién soy? Si él
volviera solo una vez
y me besara en el rostro
su áspero cabello rozara
mi sien, ¡está latiendo!

entonces podría vestirme
creo, y andar las calles.

2
Te amo. Te amo,
pero estoy volviendo hacia mis versos
y mi corazón se cierra
como un puño.

¡Palabras! Sean
tan enfermas como lo soy yo, extasíense,
pongan en blanco los ojos, un charco,

y observaré insistente
mi herida belleza
que, a lo mejor, es solo un talento
para la poesía.

No puedo gustar, no puedo cautivar o ganar
¡vaya poeta!
y la transparente agua se espesa

con golpes salvajes sobre su cabeza.
Abracé una nube,
pero cuando me elevé
comenzó a llover.

3
¡Qué gracioso! ¡Hay sangre en mi pecho!
ah, cierto, he estado cargando ladrillos
¡qué gracioso lugar para romperse!
y ahora llueve sobre el ailanto
mientras paseo sobre el alféizar
las huellas detrás de mí están llenas de humo y
brillando apasionadas por correr
salto en las hojas, verdes como el mar

4
Ahora espero tranquilamente
que la catástrofe de mi personalidad
finja ser bella otra vez,
e interesante, y moderna.

La región es gris y
de árboles marrones y blancos
nieves y cielos de risa
siempre apagándose, menos graciosa
no simplemente oscura, no simplemente gris

Este puede ser el día más frío
del año, ¿qué es lo que piensa él de
eso? Quiero decir, ¿qué pienso yo? Y si lo pienso,
quizás sea yo mismo de nuevo.

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